Por Sebastián Pacheco*

sebastian.pach@yahoo.com


 

El 15 de agosto del 1733 en la ciudad de Bolonia, Italia, se inaugura solemnemente el Oratorio della Congregazione di San Filippo Neri. Al arquitecto Alfonso Torreggiani se le encarga el proyecto y la construcción del nuevo edificio gracias a la herencia del noble boloñés Sebastiano Sighicelli dejada en donación tras su muerte a los padres filipinos.
Luego de varios siglos durante los cuales el oratorio cierra y reabre sus puertas intermitentemente yace en estado de abandono luego que fueran dañados, durante la segunda guerra mundial, el ábside y la pared derecha de la sala principal. A pocos años de terminada la guerra el arquitecto Alfredo Barbacci comienza la restauración del oratorio semi destruido por los bombardeos a la base militar adyacente al edificio. Luego de haber reconstruido una parte del techo y sus columnas portantes abandona la empresa sin terminar tras 5 años y sin dejar siquiera documentación que indique el criterio y/o los planes a seguir.
Sin embargo se puede deducir que Barbacci no entendía realizar una reconstrucción/restauración de carácter “filológico” ya que por razones culturales como técnicas (el cemento armado no era usado en el 1700) se podría conjeturar que se trataría de un caso de incursión en un falso histórico.
Hacia fines de los noventa del siglo XX la curia de Bolonia vende el edificio en ruinas a la Fondazione del Monte que encarga la dirección del trabajo de restauración al arquitecto y urbanista Pier Luigi Cervellati.
El enfoque del Prof. Cervellati, mas allà de respetar dentro de las posibilidades una reconstrucción filológica, se centra en el concepto de “restitución” de un monumento histórico.
En sus palabras: “Restauración como restitución de una obra de arte móvil o de un monumento arquitectónico. Para restituir es necesario comprender y retomar el proyecto original. Evitando superar el confín entre restauración y reconstrucción interpretativa. (…) La reconstrucción no puede ser interpretativa. (…) En muchos casos es necesario tener el coraje de consolidar lo que resta y de mostrar la nueva intervención. Sin que esta última distorsione lo existente.” (nota, ver abajo)

La restauración de tipo filológico toma en consideración la documentación existente de la manufactura, los materiales originales, la técnica empleada, la metodología constructiva.
De todos modos, en línea con lo anteriormente dicho, es decir, con una argumentación fiel a un criterio filológico estricto, se tendrían que haber demolido los elementos en cemento armado de Barbacci. “La restauración de una restauración precedente nunca es fácil” afirma el profesor Cervellati.

El oratorio a poco de ser bomardeado. Foto cortesia Studio Cervellati

Sin embargo, se decide por mantener la intervención del arquitecto Barbacci de fines de los años 40 respetando de este modo las diferentes fases de intervenciones pasadas y que son a esta altura de carácter histórico patrimonial.
Por ende, el criterio final adoptado por Cervellati es multifacético.

Las intervenciones comprenden:
− la restauración clásica, es decir, consolidación y limpieza general sobre todo de los estucos y frescos dañados por el clima y la utilización indebida de las salas.
− la reconstrucción de elementos preexistentes a los bombardeos utilizando materiales idénticos a los originales basándose en fotografías, documentación y dibujos de archivo.
− un nuevo proyecto como las cúpulas y los intradoses.Con respecto a este último ítem es importante notar varios aspectos.

La elección en el uso de la madera en listones como isobaras a varios niveles paralelos para recubrir las partes faltantes como las cúpulas menor y mayor y el gran intradós central es notablemente poco invasivo. De este modo se recrean las formas originales con líneas ligeras y estéticamente elegantes pero por sobre todo de gran actualidad por la preocupación del uso de un material noble, reutilizable y removible. Este tipo de intervención se podría clasificar dentro del tipo de la restauración sustentable, es decir, que respeta el ambiente limitando el impacto contaminante.
La madera por su ductilidad y adaptabilidad no solo desde el punto de vista cromático y matérico se presta adecuadamente a su utilización sino también como nexo entre lo antiguo y lo contemporáneo integrándose al contexto armoniosamente.

 

Construcción de la carpintería proyectada por el Prof. Cervellati. Foto cortesia Studio Cervellati.

El bombardeo del 29 de enero del 1944 dañó otros sitios de la ciudad los cuales fueron restaurados y/o reconstruidos con el criterio de la reconstrucción filológica integral borrando casi completamente las heridas de la historia. Luego de casi 70 años del final de la segunda guerra mundial en la ciudad de Bolonia casi no quedan vestigios de los trágicos eventos sino fuera por placas conmemorativas o estatuas en homenaje a los caídos.
El ex oratorio de San Felipe Neri restituido a la ciudad que hoy funciona como Auditorium, sala de conciertos y sala  expositiva se configura como un edificio capolavoro del tardo-barroco boloñés pero a su vez como monumento a la memoria de un dramático pasado no lejano y que es necesario no olvidar.

 

Visión actual de la sala. En la parte inferior se notan las columnas en vista en cemento armado y el muro en ladrillos construídos por Barbacci.

 

Nota: “L’ex Oratorio di San Filippo Neri. Restituito alla città” Pier Luigi Cervellati. Costa Editore
2000

 

 

Sebastián Pacheco es residente en Italia desde 2001. En la Universidad de Bolonia se ha recibido en Historia del arte. Colabora con Revista Habitat como corresponsal en Italia desde hace varios años ocupándose principalmente en lo referente a la restauración edilicia y en restauración del arte contemporaneo.