Por Mariano Garcia Malbrán, presidente de Keymex Argentina y presidente de CAMESI (Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios
Argentina ha enfrentado en los últimos años desafíos económicos significativos, incluyendo inflación elevada, fluctuaciones del tipo de cambio y restricciones de acceso a divisas extranjeras. Estos factores han impactado directamente en el mercado inmobiliario, que arrastra una crisis de casi siete años, afectando la demanda muy fuertemente.
Sin embargo, el sector inmobiliario ha mostrado ser resiliente en contextos desafiantes, adaptándose a través de diferentes mecanismos, como la dolarización de las transacciones y la búsqueda de compra de inmuebles en precios realmente bajos, como un refugio de inversión con perspectivas que, en un futuro, siempre oscilante, los valores de los bienes raíces vuelvan a sus precios históricos.
Dada la volatilidad económica, los bienes inmuebles en Argentina continúan siendo vistos como una inversión segura para proteger el capital de la devaluación. Esto podría mantener la demanda de propiedades en niveles similares a los últimos meses de 2023, especialmente en segmentos que se consideran refugio de valor, como propiedades en ubicaciones premium o desarrollos que ofrecen características únicas.
Las altas tasas de interés y las restricciones crediticias pueden seguir siendo un obstáculo para la compra de viviendas, especialmente para los compradores de primera vivienda. La innovación en soluciones de financiamiento, como el crowdfunding inmobiliario o los acuerdos de financiación directa entre desarrolladores y compradores o con créditos hipotecarios privados, podría ser clave para dinamizar el sector.
El mercado de alquileres seguirá experimentando una demanda sostenida o incluso creciente. La reciente derogación de la ley de alquileres y su impacto en el mercado ha generado la mejora en la oferta de inmuebles en locación y será esencial analizar esta gran oportunidad, porque comprando a valores de ocasión y teniendo una rentabilidad locativa en dólares nada despreciable y si le agregamos una casi segura valorización futura de la propiedad, todo ello puede generar una utilidad en dólares muy importante para el inversor decidido.