Por: Jorge Cohen*

 


¿LOS ONCE ARCOS DEL CABILDO SE MUDARAN A RECOLETA?

 

Agradezco la convocatoria de Habitat para opinar del tema.

El análisis de Oscar de Masi del porqué la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y lugares históricos  debe mantener su sede actual en el Cabildo es amplio, explicativo, explícito, contiene antecedentes históricos y un contexto.

Por lo tanto, me limitaré a subrayar dos aspectos, a mi criterio centrales, de los  expuestos por De Masi, uno de ellos de carácter simbólico y el otro, funcional.

El funcional involucra a cualquier mudanza, de una familia por ejemplo: quiero decir, las preparaciones, los embalajes, cuidar que nada se pierda o se deteriore, cargas en canastos, los traslados. Y luego, la tarea inversa: descargar, desembalar, acomodar, organizar.

Aplicar esa misma situación a los miles y miles de documentos, fotos y actas que hoy se guardan en la sede del Cabildo, es también tener una idea de los riesgos reales de ese traslado, como el extravío, pérdida o deterioro del material documental, que deberá estar custodiado por expertos documentalistas todo el tiempo, desde su salida de la Plaza de Mayo hasta su arribo al barrio de Recoleta, a la casona del ministerio de Cultura. Con esas idas y vueltas, además, que siempre tiene asegurada la burocracia.

La cuestión simbólica es clara: el lugar de la Comisión es el Cabildo, es la Plaza de Mayo, esa manzana histórica en la colonia y la que vio nacer a las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Ese es su lugar natural.

Para dar un ejemplo extremo, y sin pretender trazar comparaciones impertinentes: el Cabildo al que ingresaron los revolucionarios de 1810, tenía 11 arcos. Luego fue cercenado, como saben los lectores de Habitat, primero con la apertura de la Av de Mayo y luego de la Diagonal Julio A. Roca.

Pues bien, supongamos que Mario Buschiazzo, cuando proyectó la restauración del Cabildo, lo hiciera con esos 11 arcos: ese edificio no hubiera entrado en el predio de la calle Bolivar 65. Entonces también supongamos que las autoridades hubieran decidido recrear el Cabildo de 1810 con los 11 arcos, en toda su extensión, en otro barrio de Buenos Aires, a 10 cuadras, a 20, o en Recoleta.

¿Impensado, no? En menor medida, desde ya, pero la Comisión Nacional tampoco puede dejar de formar parte del Cabildo de Buschiazzo.

Lo simbólico contribuye a construir la identidad. Sería propicio no contribuir a deconstruirla, con esa mudanza real y simbólica, a Recoleta.

 


Jorge Cohen

Investigador del Archivo de Imágenes Digitales/FADU/UBA