En esta primera entrega, conocemos a Marcos Fiotto, un médico veterinario que se dedica con pasión a la conservación de la biodiversidad y el rescate de animales salvajes… y además ayuda a la comunidad.
Marcos Fiotto ( @marcosfiotto ) siempre supo que iba a ser veterinario: desde chico pasaba horas jugando con bichos y animales silvestres. Una vez en la carrera, se especializó en medicina de animales salvajes, una rama de la veterinaria que está muy desarrollada en países como Chile, Brasil y España, pero no tanto en Argentina, y encontró allí su verdadera vocación. Hoy, se dedica a educar en la importancia del cuidado del medio ambiente, tanto desde lo académico, en diferentes universidades nacionales e internacionales, como a través del activismo social en Granja los Pibes (@granja_los_pibes), un centro de rescate y rehabilitación de animales salvajes que además cuenta con un comedor infantil para niños y adolescentes en situación vulnerable y poco apoyo municipal.
“En Argentina hay un gran problema: mucha gente tiene animales silvestres como mascotas ilegales. La falta de conocimiento sobre la captura de estos animales es muy grande. La tenencia de especies como el loro hablador o la tortuga de tierra, por ejemplo, está penada por la ley 22.421”, explica. Por eso, educar y concientizar son tareas imprescindibles. Fiotto se dedica con pasión a realizarlas en la granja. “A Granja los Pibes llegan animales para su recuperación y posterior liberación que han sufrido accidentes de fauna silvestre. También se realizan rescates de animales salvajes atacados por fauna doméstica o accidentados debido a su acercamiento a las zonas urbanas”, dice Fiotto.
Los animales salvajes no son mascotas
¿Por qué los animales salvajes no deben convivir con los humanos? Es evidente: la pandemia por coronavirus, por ejemplo, se originó por contacto directo con fauna silvestre, es decir, una enfermedad transmitida por animales. “La Organización Mundial de la Salud declara que el 75% de las enfermedades provocadas por virus y bacterias en las personas provienen de animales salvajes. Las personas más vulnerables a contraerlas son las inmunosuprimidas o inmunodeficientes, como los niños, adultos mayores y mujeres embarazadas”, cuenta. Si bien está permitido tener algunos animales exóticos, las estadísticas demuestran que la gente no sabe cuáles son los cuidados específicos que demandan y esto lleva a que tengan una mala calidad de vida y a que mueran prematuramente.
Las consecuencias de criar animales silvestres o exóticos son malas para todos. “Todo animal que se mantiene de manera ilegal en una casa ya no se puede liberar al ecosistema, ya sea porque es exótico, porque está “humanizado” o porque no pertenece a la región donde habita de manera natural. El impacto ambiental de una mascota ilegal silvestre es muy grande”, asegura Fiotto. “La gente suele comprar animales salvajes por lástima, pero se trata de un error. Lamentablemente, de ese modo seguimos fomentando la cadena. Acá debemos aplicar la famosa frase de la conservación: sin demanda no hay tráfico”, dice.
¿Qué es Granja los Pibes?
“Granja Los Pibes es un centro de conservación donde habitan los animales que están en cautiverio y que son irrecuperables, que no se pueden liberar. Con esto también se intenta generar conciencia ambiental. Se les brinda atención médica y se realiza un pequeño programa de pasantías de investigación para todos aquellos profesionales que quieran especializarse. En Argentina no hay lugar para formación de veterinarios de este tipo. En la granja, a su vez, se hacen visitas guiadas para la educación de la comunidad. Yo soy uno de los guías”, cuenta Fiotto. “La posibilidad de investigar la fauna silvestre argentina, de compartir esa información y de que quede para las generaciones futuras es lo que me mueve”.
Pero la rehabilitación y el rescate de la fauna silvestre no es la única tarea noble que emprenden en este centro. En la granja funciona un comedor infantil que alimenta a casi 90 niños de barrios vulnerables o que provienen de situaciones sociales complicadas, como hogares violentos o diezmados por la desnutrición. “Acá se divierten, están contenidos, hacen talleres creativos, miran películas y cocinan. Los fondos para sostener toda la estructura provienen principalmente de donaciones privadas. No tenemos un apoyo municipal ni gubernamental. Cada uno dona su tiempo y su trabajo. Somos un grupo grande conformado por veterinarios, psicopedagogas, profesionales de Educación Física, cocineras, entre otros”, cuenta Fiotto sobre la iniciativa. “Es importante destacar que existe una altísima tasa de reinserción laboral y social de los chicos después de haber estado en el centro. Realmente es un trabajo muy noble, digno y benéfico para todos”.
Acerca de Oh! wear
Oh! wear, marca pionera en el rubro de uniformes para profesionales de la salud, fusiona moda y salud bajo un concepto innovador y de alta calidad. Creada por el odontólogo Joile Álvarez Castro y el comunicador social Sebastián Prado hace 13 años, hoy se posiciona como líder del mercado en indumentaria de trabajo gracias a su visión moderna y a la alta calidad de sus prendas, confeccionadas en telas cómodas, con gran variedad de estampados y una paleta de colores llamativa. Con el objetivo de continuar ampliando su línea de productos y ofrecer nuevas experiencias, la empresa incorporó recientemente accesorios como calzado, cofias, bolsos, anteojos de protección y carteras.
Oh! wear continúa invirtiendo y apostando por el país, y trabaja constantemente en la diferenciación de sus diseños y la incorporación de nuevos tejidos para ubicarse, gracias a estas firmes convicciones, como líderes del mercado en la región.
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