Lo habían cerrado en diciembre para las obras y ya fue habilitado. Tiene nuevos pisos y luces LED. Planean terminar los trabajos en mayo. Unas 60.000 personas pasan por allí cada día.

Más luz, nueva cartelería y pisos renovados de tonos verde y gris, como eran los que lucía la estación cuando se inauguró hace más de un siglo. Esas son algunas de las mejoras en el hall de la terminal del tren Mitre, en Retiro, que fue habilitado al público. Los trabajos empezaron a fines del año pasado y cada día pasan por allí 60.000 pasajeros de los ramales Tigre, Mitre y Suárez de la línea Mitre.

Dentro de tres meses, todo el hall de la estación contará con pisos nuevos, iluminación LED en el hall y las fachadas, sistema de detección y extinción de incendios, locales comerciales mejorados y baños públicos construidos desde cero.

La restauración completa del hall se está haciendo en dos etapas: la primera, que es la que está en marcha, avanza en diferentes sectores y estará completa en mayo. En la segunda fase se renovará el subsuelo, se instalarán nuevos transformadores eléctricos y se impermeabilizarán las cubiertas, entre otras mejoras. La finalización de este tramo está prevista para febrero del año que viene.

Mejoras en Retiro: mirá cómo quedó el hall de la histórica estación

Con nueva cara. El hall de la estación de Retiro se reabrió al público, con nuevos pisos, luces LED y una puesta en valor general. (Ministerio de Transporte)

Estas obras -a cargo del Ministerio de Transporte de la Nación- se dan en el marco del mejoramiento integral de toda la estación de Retiro, que implica una inversión de 600 millones de pesos para recuperar el esplendor de esta terminal, a 101 años de su inauguración. Además del hall, la puesta en valor incluye la renovación de la zona de andenes y también la de la fachada histórica y el ingreso, que ya está finalizada.

En los andenes, se reemplazaron los paneles de los techos de la nave del lado de los trenes de larga distancia. Para eso se retiraron los paneles de vidrio y las chapas, que estaban muy deteriorados y oxidados, y se colocaron paños vidriados hechos con un material mucho más resistente y seguro. Esto permite además que entre mucha más luz natural a ese sector.

Renovar los más de 200 paños de la primera nave no fue tarea fácil: hubo que diseñar un andamio móvil de 12 metros de altura que fue cambiándose de lugar cada dos semanas o un mes, según el avance de las mejoras. Próximamente comenzarán los trabajos en la otra nave, del lado de los trenes a Tigre.

as obras contemplan a su vez la reposición de los vidrios rotos de los tímpanos (los laterales de las naves vidriadas), la reparación de lugares de ventilación llamados húmeros y el recambio integral de maderas. Además de los techos, van a renovarse totalmente los pisos de los ocho andenes que, al igual que las nuevas estaciones de tren de toda la red, tendrán baldosas guía para personas no videntes.

En la fachada y el ingreso, por su parte, se limpiaron los bloques de piedra originales; se restauraron los objetos en bronce, las paredes y los techos en piedra; y se consolidaron los revoques en general.

Antes del primer tramo de la obra, esta fachada histórica tenía grafitis en el basamento de granito y estaba dañada por el smog y las palomas. Las pinturas estaban descascaradas y faltaban revoques.

Con la restauración, se recuperó una superficie de casi 8 mil metros cuadrados, a los que se les devolvieron sus colores, texturas y composición originales. También se renovaron las piezas en bronce (placas de ingreso con el nombre de la estación, guirnaldas sobre los accesos y faroles) y se reubicaron los cables en lugares no visibles.

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Fuente: Clarín