Junto con otras 7 edificaciones brutalistas, el emblemático edificio de la calle Agüero será preservado de por vida gracias a esta nueva asignación.
El proyecto elaborado por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, que busca incluir ocho edificios dentro de un listado de obras arquitectónicas que deben ser preservadas, fue aprobado por el Poder Ejecutivo. De esta forma, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, las torres Somisa y ENTel, una vivienda de la provincia y otras cuatro construcciones del país serán declaradas Monumento Histórico Nacional.
Estas ocho edificaciones pertenecen al movimiento arquitectónico brutalista, denominado así por usar el hormigón crudo como material de terminación. Se trata de unas de las corrientes de la llamada arquitectura moderna, que incluye todos los estilos desarrolladoras a lo largo del siglo XX en todo el mundo.
El diseño estuvo a cargo de Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga durante la década de 1960. Sin embargo, su construcción demoró 30 años y fue inaugurada en 1992. «Se realizó de acuerdo con un estilo en auge entre los 50 y los 70, que se focaliza en el uso expresivo del hormigón armado, no sólo como material, sino como textura, una piel rústica que envuelve la obra», explicó a La Nación el arquitecto Alejandro Cohen, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba.
«Otra de las características de este movimiento fue poner en evidencia a todos los elementos constructivos, mientras que la arquitectura tradicional los escondía tras la mampostería», explicó Cohen. De esta forma, los ladrillos, el acero y la piedra están a la vista en este tipo de obras con el fin de otorgarle un aspecto áspero y bruto.
Fuente: CEDU