La valoración social del Patrimonio edificado como insumo para una comunidad que aspira a reconocerse en la memoria de su pasado común es un hecho de toda evidencia en nuestros días. El deterioro de edificios de otro tiempo o de los monumentos estatuarios
no son episodios que resulten, hoy, indiferentes para los vecinos y vecinas que transitan la ciudad como experiencia cotidiana. La belleza expresiva de aquellos testimonios legados por nuestros mayores es un activo espiritual que enriquece el presente colectivo y crea un compromiso con las generaciones futuras.
Podría decirse que la ciudadanía comienza ejercer una más activa observación sobre el estado de su Patrimonio arquitectónico y monumental de uso público, orientada a obtener como respuesta las debidas acciones de intervención de parte de las autoridades
gubernamentales y eclesiásticas.
Los bienes patrimoniales exigen, a la par que una renovada interpretación que garantice su resignificación, acciones constantes de conservación y operaciones periódicas de restauración y puesta en valor, a cargo de especialistas que sumen a una base teórica
sólida, un adecuado conocimiento metodológico y tecnológico que garantice la recuperación del Patrimonio construido de acuerdo a las buenas prácticas en la disciplina.
El Programa ofrece un abordaje teórico y a la vez casuístico de diversas experiencias desarrolladas en los últimos años en nuestro país en materia de restauración de edificios históricos y monumentos escultóricos, en los cuales han intervenido profesionales atentos al respeto a los valores de autenticidad patrimonial, expresados en los aspectos formales estéticos, los aspectos constructivos epocales y el programa proyectual del autor, sin desestimar en algunos ejemplos las nuevas demandas funcionales y las nuevas soluciones tecnológicas, todo ello orientado también a la sustentabilidad del proyecto.
Adicionalmente, cada edificio o cada estatua es capaz de pronunciar un discurso identitario que configura su componente inmaterial, indisolublemente ligado a los atributos materiales como bien patrimonial. La investigación histórica, la arqueología,
la antropología, la literatura, las bellas artes y otras disciplinas concurrentes, proveen herramientas para una interpretación integral que permita conocer sentidos, prácticas, usos, rituales y otras invariantes inmateriales, detrás de los bienes edificados sometidos a acciones de restauración y resignificados a partir de su puesta en valor.
En suma, cuanto más sepamos acerca de nuestro Patrimonio, más sabremos acerca de esa verdad sobre nosotros mismos que nos viene del pasado, y que llamamos memoria identitaria: de dónde venimos, quiénes somos, hacia dónde vamos.
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