CARLOS CIPRIANI LÓPEZ


La Estación Central cumplió 120 años mientras un histórico litigio la mantiene cerrada.

El 23 de junio de 1897 se inauguró la Estación del Ferrocarril Central General Artigas, en la calle La Paz y Paraguay, una obra imponente y peculiar por imponer la yuxtaposición de la ingeniería con la arquitectura ecléctica, de gran riqueza formal según destacan los especialistas, pero a la vez utilitaria, porque el arte y la industria allí se dan la mano, con estilos que van del barroco al renacimiento.

Foto: Fernando Ponzetto

Los 120 años se cumplieron el pasado viernes, sin novedades en cuanto a un proceso judicial interminable, durante el cual la gigantesca edificación permanece casi abandonada y ha sufrido desde actos vandálicos hasta dos incendios que en 2014 y 2016 afectaron seriamente los galpones.

Integantes del Grupo de Pasajeros en defensa de la Estación Central dijeron que deben hacerse arreglos en los techos, que no han merecido refacciones después de las realizadas entre 1999 y 2002, que costaron 20 millones de dólares.

En la actualidad, los cálculos estimativos que ellos realizan establecen que otros 20 millones demandaría un verdadero plan de emergencia, primero que nada para el edificio.

En relación a la playa de maniobras se afirma que está bastante bien debido a que la desmaleza el Ministerio de Transporte y Prefectura tiene guardia. En lo que era la terminal de trenes también hay seguridad para impedir que se reiteren las ocupaciones por parte de indigentes y los incendios.

Esa guardia es contratada (a unos US$ 4.000 al mes) por el Banco Hipotecario, el cual se encarga de costear además algunos trabajos de mantenimiento llevados a cabo por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que no han supuesto grandes intervenciones, como confirmó a El País el director nacional de Arquitectura Daoiz Uriarte.

En 1998 AFE había enajenado la Estación Central al BHU, que a la vez se la dejó en comodato hasta 2003 cuando fue determinado el cierre; el frustrado Plan Fénix preveía mantener la Estación y en su entorno construir cuatro edificios, un hotel cinco estrellas y un shopping.

El BHU compró gracias a un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo. En 2001, la recién creada Saduf (sociedad anónima propiedad del BHU) llamó a una licitación que tuvo un solo interesado, la empresa Glenby.

Fuentes del Banco Hipotecario enfatizaron que aún se mantiene una gran confusión pública en cuanto a quién tiene la propiedad del bien.

Desde hace años, no es más el BHU sino la Agencia de Vivienda, dependiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. El BHU solo mantiene la calidad de poseedor. Desde su directorio se comunicó a El País que no se harán declaraciones en tanto continúen los procesos ante la Justicia.

Acuerdos y conflictos.

En 2001, la empresa Glemby había llegado a un acuerdo con Saduf para obtener la concesión de la Estación Central y la playa de contenedores por unos 50 años.

En 2003, cuando AFE todavía estaba usando la Estación, en razón de que el BHU no entregó a Glenby los inmuebles, este grupo económico le entabló una demanda.

Como dio cuenta El País en más de una nota, desde esa época hubo una serie de pleitos judiciales por el reclamo de las propiedades, daños y perjuicios, pedidos de rescisión y embargos. En 2011, la Suprema Corte de Justicia instó al Estado a entregarle el predio a Glemby, pero el empresario Fernando Barboni alegó poco después que debido a las demoras ya no aceptaría las propiedades y pediría una indemnización. Todo terminó con el reclamo de Glemby por más de 1.000 millones de dólares.

La empresa de Barboni también había advertido que durante el tiempo en que se demoró la entrega, la Estación Central «sufrió deterioros, robos y daños por terceros, cuando, de acuerdo con lo estipulado, debía ser entregada en buen estado».

Después de sentencias y apelaciones, el caso llegó otra vez a la Suprema Corte de Justicia, que el lunes 5 de octubre de 2015 falló a favor del Estado.

Glemby tendría entonces que recibir los bienes definitivamente y cumplir el contrato, si no lo hacía iba a incurrir en incumplimiento. Y así pasó.

Por lo tanto, otra vez a los tribunales. Se intimó al grupo de Barboni para que cumpliera las obras y esta parte demandó al Estado por resolución de contrato por incumplimiento del BHU.

Los abogados que defienden al banco, los doctores Juan Andrés Ramírez y Gabriel Valentín, reconvinieron entonces por resolución de contrato por incumplimiento del grupo económico de Barboni. Todavía no hay resolución judicial en primera instancia.

AFE.

El edificio proyectado por el arquitecto italiano Luigi Andreoni, declarado Monumento Histórico Nacional en 1975, aparece desde hace un tiempo vallado. La decisión fue tomada cuando autoridades del BHU tomaron conocimiento de que el litigio seguiría extendiéndose, mientras ya las estatuas del físico italiano Alessandro Volta (quien desarrolló la pila eléctrica) y Denis Papin (el inventor de la olla a presión), se quedaron sin pies.

El último tren partió de la Estación el 28 de febrero de 2003 y 14 años después hay quienes mantienen la ilusión que los lleva a trazar planes.

Alfonso Lereté, director de AFE por el Partido Nacional, dijo a El País que presentó una propuesta para que, una vez terminados los juicios, la Estación Central pasara otra vez en comodato a la Administración de Ferrocarriles del Estado.

La idea es desarrollar en conjunto con otros organismos públicos varios proyectos. Para empezar, el retorno de los trenes a la vieja terminal, porque la nueva ha generado distorsiones múltiples, por ejemplo en la venta de boletos.

También se aspira a reinstalar el Museo Ferroviario y que se dé un impulso al turismo sobre vías, con unidades que salgan cada diez o quince días al interior del país.

Asimismo es ambición del proyecto que exista una promoción de corte gastronómico, social y cultural.

La próxima semana es muy probable que se confirme una reunión de Lereté con el intendente de Montevideo, Daniel Martínez.

La comuna tendría interés en participar de la futura Estación Central con un proyecto basado en el éxito que en el barrio Goes sostiene el Mercado Agrícola. También se piensa que la Estación ayudaría a descongestionar Tres Cruces.

Fuente: El País