Verónica Gabriela Meo Laos
Entrevista a Mariana Belloto, directora de Jardín Panóptico.
La obra Jardín Panóptico se estrenó en el Galpón FACE el 23/11. Con una puesta en escena multimedial y un intenso compromiso corporal, la obra no da respiro. A los jóvenes artistas no les hace falta muchas palabras para representar la trivialidad, la aparente transparencia del discurso new age y la cara oscura que agazapada detrás de una ciudad del Sol que, aun cuando no tiene lugar, espeja la nuestra. La engañosa claridad de la ciudad de Sol oculta bajo la alfombra -en sentido concreto y figurado- lo que deliberadamente decide esconder, los invisibilizados de la utopía de armonía, belleza y narcicismo.
Mariana Bellotto, coreógrafa, bailarina, investigadora y docente, inscripta en los lenguajes contemporáneos de la danza realizadora de residencias, con una larga trayectoria de creación y docencia en diversos festivales y teatros argentinos y del exterior, habló con Habitat sobre Jardín panóptico, creación suya y del Grupo Performático Sur (GPS).
Habitat: -Qué es Jardín Panóptico? Por qué el nombre?
Mariana Belloto: -Inscripta en el universo de las artes vivas decimos que Jardín panóptico es un recorte de mundo que se vuelve escena. Los performers como arrojados allí, podrían ser familia, secta, vecinos o bien desconocidos. Son un grupo heterodoxo de personas que trabajan mancomunadamente de principio a fin operando con sus herramientas y recursos. Danza, teatralidad, acción, música e imagen se conjugan en una especie de deconstrucción continua. Con este Jardín ponemos de manifiesto aspectos críticos de la mediatización, el consumo, los sistemas de control y seguridad; la propaganda, la publicidad y el uso de los nuevos medios y tecnologías con su poder de generar falsas expectativas, necesidades e ideales.
H.: -Cómo nace el concepto?
M.B.: -Inspirados en los ensayos de Foucault “Utopías y heterotopías y El cuerpo utópico”, buscamos construir un espacio heterotópico donde tiempos y lenguajes se combinen en una dramaturgia desopilante, intrínsecamente reflexiva, irónica, rítmica y texturada. Desde el comienzo de la investigación trabajamos sobre la idea de escena multifocal y depositamos el rol de “nuestro vigía en la torre” en la mirada del espectador ideal. Ocupando el espacio los performers se encuentran de principio a fin “atrapados” en ese recorte de mundo que se vuelve escena. La multifocalidad se instala entonces como forma de lenguaje y con carácter onírico la dramaturgia se compone de capas o membranas que la performance transita. El cuerpo real y mediatizado nos invita a reflexionar acerca de nuestra presencia física en el mundo; abriendo el espacio a la cuestión de: adentro/afuera; realidad/ficción; finito e infinito.
Componemos el espacio a través de la manipulación coreográfica de los objetos de orden cotidiano que pueblan el lugar y dan cuenta de un espacio donde se cruzan los tiempos. La presencia de una gran alfombra trae consigo la impronta del jardín sumando sentidos poéticos al reunir a estos personajes/sujetos/operadores en un viaje mágico en búsqueda de alguna utopía.
La alfombra es el objeto nuclear que engarzado con la forma coreográfica de utilización del espacio por membranas, capas, franjas, zonas y volúmenes; recrea el ámbito escénico, invocando imágenes como vestigios de algo hogareño que existió; como fragmentos de una memoria de familia; y como estampa, impresión o huella de un tiempo que mutó.
Como seres de la contemporaneidad nos preguntamos: ¿Y si no hay un registro, sucedió? Aparece aquí una concepción actual y resignificada de lo ritual: antes la transmisión oral del mito; hoy la reproducción mediática de las imágenes.
H.: -¿Quién o quiénes son los responsables?
M.B.: -Desde 2015 dirijo y coordino el trabajo en equipo de GPS Grupo Performático Sur. Nuestra labor creativa es continua y de carácter colectivo. En esta ocasión trabajamos los principios activos de: cuerpo, movimiento y dramaturgia del espacio; uso de la voz y producción sonora y textual en escena; la acción performática, la instalación objetual, la imagen audiovisual y la composición coreográfica; generando y produciendo interesantes conclusiones y abriendo interrogantes sobre la comprensión y el estudio de la dramaturgia del espacio y sus relaciones compositivas con respecto a los tópicos enunciado. Este último año de trabajo grupal con Camila Almeida, Natalia Bellotto, Natacha Berezan, Sofía Calderón, Juan Diego Camacho, Tony Capelli, Marcela Chiummiento, Catalina Jure, Nayla Manganiello, Ludmila Mazzucchelli, Rodrigo Ramírez Gisbert, Maite Salz, Juan Francisco Silva Finguer y Jorge Yañez; decantaron en la creación que nos atañe: Jardín panóptico.
H.: -¿La «ciudad de Sol» está localizada en algún lugar en particular?
M.B.: -Dice Foucault: Mi cuerpo es como la Ciudad del Sol: no tiene lugar, pero a partir de él surgen e irradian todos los lugares posibles, reales o utópicos.
El cuerpo como centro de la escena, como primer narrador, motor háptico y punto cero de cada intérprete/personaje. El cuerpo activo componiendo diferentes ámbitos, zonas o paisajes con los movimientos, las imágenes, los textos, los objetos, los sonidos y las músicas. Los cuerpos en su trayectoria de encuentros y desencuentros, en una fantasmagórica heterotopía que une todos los tiempos, todos los lenguajes. Los intérpretes interviniendo el espacio real y virtual, recreando y amalgamándose en el panorama; para finalmente ser parte del paisaje.
La materialidad física de cuerpo y movimiento maniobra en continuo sobre las constelaciones de otros cuerpos, objetos, imágenes, textos y mundo sonoro convirtiendo la escena en una maquinaria de reciclar paisajes y sentidos desde su propia mecánica o persistencia. Es a partir de este concepto que construimos nuestra ciudad del Sol.
Digo que al crear obras mi intención es siempre formular/crear/establecer universos o mundos que se autodefinen. En este caso considero haber llevado esta idea a su máxima expresión y haber conseguido liberar los potenciales creativos y artísticos de los intérpretes y artistas involucrados en pos de una dramaturgia que traspasa los limites e involucra al espectador muy activamente en la creencia de que “La ciudad del Sol existe”!
H.: -¿ La atmósfera de felicidad- trivialidad- new age creés que remite a un nuevo fascismo siglo XXI?
M.B.: -En Jardín panóptico ponemos de manifiesto aspectos críticos de la mediatización, el consumo, los sistemas de control y seguridad, la geolocalización y la publicidad en torno al uso de las nuevas tecnologías y su poder de generar falsas necesidades eideales.
La avidez del registro continuo de nuestras acciones nos lleva a revivir lo sucedido en una especie de ritual perpetuo. Supone por un lado un control omnisciente de nuestras vidas y por otro un bombardeo de información y publicidades generadas por algoritmos que con modelos estereotipados forjan nuestros gustos y elecciones, desde cuestiones morales o ideológicas, hasta ideales de belleza oestilos. Socialmente empujamos para entrar, tener, ser parte: pertenecer. El capitalismo nos grita con crueldad una consigna macro: nacer, comprar, morir. La imagen del cuerpo mediatizada por diferentes dispositivos y su multiplicación a perpetuidad nos invita a reflexionar acerca de nuestra presencia física en elmundo.
H.: -La obra exige un fuerte compromiso corporal de los actores. Contanos cómo fue el entrenamiento.
M.B.: -Concebimos la danza contemporánea como una verdadera región de cruce. Un territorio con fronteras disolventes, capaz de asimilar diversos lenguajes en pos de sí misma, de su diversidad, riqueza y proyección. Hablamos de danza expandida, un lenguaje hibrido que amplía las fronteras y los límites del lenguaje puro, escénico, y también acotado y enmarcado en sus propios bordes. Nuestras prácticas y entrenamientos están directamente relacionados a la investigación y experimentación de los diversos materiales de creación que abordamos.
Nuestro motor es la práctica, la experiencia; nuestro principio es y está en el cuerpo, sin embargo no soslayamos el espacio conceptual en el devenir creativo y buscamos que los materiales nos interpelen para producir reflexiones críticas acerca de nuestro trabajo y que colaboren para entrelazar praxis y concepto con la intención de abarcar otros aspectos referidos al labor que nos convoca. Aspiramos a crear, reflexionar y exponer el potencial sincrético que subyace en la dramaturgia coreográfica contemporánea, involucrando en el devenir creativo variadas herramientas de otros lenguajes (visuales, sonoros, plásticos, tecnológicos, teóricos y prácticos); y entramar obra en múltiples plataformas, espacios y formatos.
Expandir las fronteras de la danza nos permite ingresar en las artes vivas, desde un espacio más sustancial y preciso; para desplegarnos como amplio abanico en el devenir de nuestros proyectos.
H.: -Finalmente, qué significa para vos Jardín Panóptico.
M.B.: -Jardín panóptico es una obra salvaje e irónica que nos impulsa a reflexionar sobre las normas y reglas que parecen gobernar nuestra contemporaneidad. Es un mundo en donde mostramos nuestros talentos inútiles y perecederos construyendo un hábitat “feliz” del absurdo. Nuestro jardín/nuestro reflejo.
H.: ¿Cuándo vuelve a escena?
M.B.: -Volvemos en febrero a Galpón FACE. Sólo seis funciones los sábados y domingos: 8, 9, 15, 16, 22 Y 23 de febrero a las 21.00.
Galpón FACE, Deán Funes 2142. (Subte H, Parque Patricios). Entrada $400.- (descuento estudiantes y jubilados $200.-)
Las entradas se reservan en: reservasgalponface@gmail.com