No hay un planeta B. Esta simple premisa es la motivación que mueve a los Estados, empresas y organizaciones a cambiar el enfoque con el que miden sus balances financieros, entendiendo que ya pueden ser pensados excluyendo la sostenibilidad. Las acciones de estos actores claves generan impactos socio ambientales que deben tenerse en cuenta dentro de la planificación financiera. Estos cambios de enfoque son los que están impulsando año a año a que las finanzas sostenibles ganen cada vez más relevancia y los que buscan cambiar el paradigma de la rentabilidad donde la misma sea inseparable de compromisos claves como: el cuidado del medioambiente, la mitigación del calentamiento global, la perspectiva de inclusión, igualdad y diversidad, entre otros puntos.

 

La tendencia demuestra un crecimiento en los registros vinculados a inversiones que integran a las finanzas sostenibles. El último reporte de CBI (Climate Bond Initiative) relevó que en 2021 se emitieron a nivel mundial USD 1.1 billones de GSS (Bonos verdes, sociales, sostenibles, vinculados a la sostenibilidad y de transición) Esta variable también mantuvo su crecimiento en la región de LATAM y el Caribe donde se identificaron bonos verdes, sociales y sostenibles emitidos por USD 48.6 mil millones emitidos en el primer semestre de 2021 vs. USD16.3 mil millones en 2020.

 

En Argentina, actualmente se encuentran listados en el Panel SVS de BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos) un total de 26 bonos, de 16 emisores que representan USD 938 millones. De los mismos 14 son bonos verdes, 8 son sociales y 4 son sostenibles, incluyendo el primer bono sostenible con enfoque de género a nivel LATAM.

HACIA UN MODELO DE NEGOCIOS SOSTENIBLES

Es el sistema financiero una parte necesaria e instrumento clave para motorizar el cambio.  El mundo está en constante transformación, con medios de transporte más ecológicos, así como el desarrollo de infraestructuras verdes o la transición hacia un mayor uso de energías renovables. Para lograrlo los mercados juegan un rol fundamental para abordar estos temas. En este sentido las inversiones con criterios socio ambientales, también denominadas inversiones verdes, resultan imprescindibles para mitigar las consecuencias del cambio climático así como otros impactos sociales negativos, además de resultar una vía para obtener una mejor rentabilidad.

“Hoy el camino de las finanzas sostenibles es ineludible para cualquier tipo de compañía, no importa su tamaño o rubro, porque las empresas que no tengan una hoja de ruta clara con un objetivo de cumplimiento de estándares ESG tienen serios riesgos de no poder acceder a financiamiento accesible y, en poco tiempo, no podrán directamente acceder a financiamiento para determinadas actividades. Además, los consumidores ejercen cada vez más presión, ya que están menos dispuestos a adquirir productos si las empresas no cumplen con los estándares de sostenibilidad. En este sentido, Argentina está en un buen camino, nosotros en Genneia, recaudamos en 2021 USD 500 millones de dólares en bonos verdes en Argentina y en el mercado internacional. Y esto pasa porque hay interés en los bonos sustentables, tanto de los grandes inversores como de los pequeños o de las personas que quieren invertir en compañías con propósito, que son responsables con el entorno en el que operan”, asegura Gustavo Castagnino, Director de Asuntos Corporativos de Genneia, la principal compañía generadora de energías renovables de Argentina.

En cuanto al desarrollo de las finanzas sostenibles en el resto del mundo, la Comisión Europea aprobó en 2021 su estrategia de finanzas sostenibles, un plan integral que incluye el uso de la taxonomía de inversiones sostenibles para establecer claridad, herramientas y estándares en el ámbito de los activos financieros verdes, y la regulación sobre la publicación de información financiera y no financiera vinculada al impacto climático. La implementación de esta estrategia permitirá tener un marco impulsor estandarizado, comparable y efectivo de las inversiones sostenibles en el continente. A  su vez, el Banco Central Europeo aprobó los lineamientos para establecer una dimensión climática en su política monetaria, un ambicioso plan de trabajo para incorporar los criterios climáticos en su política de compra de bonos, en las condiciones macro prudenciales en los bancos supervisados —ponderando los riesgos climáticos en los futuros test de estrés— y en los requerimientos de colateral en sus operaciones de política monetaria.

En este contexto se pone de manifiesto la necesidad de difundir las buenas prácticas e iniciativas públicas y privadas tanto locales como regionales referidas a esta temática clave en pos del desarrollo integral de la sociedad y el entorno en el cual habitamos. Así, la segunda Edición del  Premio Finanzas Sostenibles, certamen impulsado por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino Brasileña (Cambras) es un espacio de intercambio regional para compartir buenas prácticas y generar un círculo virtuoso entre pares. Isela Costantini, CEO del GST-Servicios Financieros y miembro del board de notables del premio reflexiona: “Es imperioso trabajar desde el directorio de las compañías el concepto de triple impacto ligado al corazón del negocio.  Esta es una de las variables relevantes que hoy miran los inversionistas a la hora de evaluar empresas y desarrollos. Nuestro desafío es que no solo los grandes fondos apalanquen estos conceptos, sino que con el premio buscamos contagiar a todo el ecosistema financiero, para hacer de esto una realidad palpable y cercana. En este sentido, el Premio Cambras colabora con educación, formación, y advocacy para que estos temas ingresen definitivamente a la agenda empresaria de las grandes empresas y las pymes”

Cambras es una entidad sin fines de lucro que nuclea a empresas que operan dentro del bioma del Amazonas, uno de los más grandes y con mayor diversidad del mundo, y dentro de Argentina, uno de los 10 países con mayores recursos naturales. En este sentido resulta clave que cada vez sean más las entidades levanten la bandera de la sostenibilidad para que se incremente la tendencia y las acciones para generar un cambio positivo en favor del planeta.