En la Costanera Sur porteña se está terminando de construir para fin de año la totalidad de los 46 edificios y 612 viviendas que integran la nueva urbanización del Barrio Rodrigo Bueno. A partir de un plan impulsado por el Instituto de la Vivienda –IVC-, desde junio se han  relocalizando las primeras familias. Las unidades están ejecutadas con altos estándares de calidad habitacional y se destaca la elección por parte de los propios vecinos del sistema constructivo con ladrillo hueco, por su aislación termoacústica, durabilidad y facilidad de construcción. También fue elegido el ladrillo a la vista para las fachadas, a imagen de los docks de Puerto Madero.

 

 

En el Barrio Rodrigo Bueno, ubicado en la Costanera Sur de Buenos Aires, se está construyendo un nuevo conjunto de 46 edificios de vivienda social y se prevé la terminación de las obras para fin de año. Este proyecto tiene como objetivo facilitar el acceso a una vivienda de primera calidad a 612 familias, así como mejorar las condiciones urbanísticas y edilicias del llamado “Barrio Histórico” contigo, y de toda la zona. Las unidades están siendo entregadas a las familias desde el pasado junio y hasta fin de año, de acuerdo a una selección por sus necesidades y condiciones de vulnerabilidad. Las viviendas desocupadas van a ser demolidas para apertura de calles, senderos y pulmones de manzana, y en la última etapa está prevista una puesta en valor del Barrio Histórico.

Esta iniciativa forma parte del programa de relocalización a cargo del Instituto de la Vivienda –IVC-, en coordinación con una Junta Orgánica Vecinal. Diego Armando González, delegado de dicha Junta, destaca los principales hitos vinculados con construcción de la urbanización: “Comenzamos a trabajar en 2016 junto con una mesa técnica y participativa, incluyendo la valiosa colaboración de profesionales como el Arq. Jaime Sorín, -ex decano de la FADU, UBA-. Analizamos el diseño de  los edificios desde una visión integrada entre lo socio-cultural y lo constructivo. Por eso los vecinos elegimos una terminación de ladrillo a la vista, a imagen y semejanza con los docks de Puerto Madero. Y como sistema constructivo nos decidimos por el  ladrillo cerámico hueco, por muchas razones: la durabilidad para nuestras casas, el alto nivel de confort interior con aislación termoacústica y la gran facilidad de construcción. Respecto del último punto, uno de los objetivos era que la obra pudiera generar trabajo para los habitantes del Barrio, fomentando así el acceso a las oportunidades para ambos sexos y con posibilidad de capacitación de mano de obra a través de los oficiales de las cuadrillas. El sistema constructivo de ladrillo hueco nos permitió esta posibilidad, y también cumplir con los plazos previstos para levantar los 46 edificios, por la óptima disponibilidad de mano de obra capacitada y de materiales”. 

 

 

En cuanto a los aspectos técnicos del ladrillo implementado, para los tabiques interiores se utilizó ladrillo hueco del 8 y de 12 centímetros, buscando generar una buena condición acústica entre unidades y entre sus ambientes. Por otro lado, las paredes exteriores son de 30 cm. y están conformadas por una doble pared y cámara de aire de aproximadamente siete centímetros, que incluye aislación hidrófuga, pintura asfáltica y placa de poliestireno expandido, y un revestimiento de ladrillo de media vista al exterior. En síntesis, más allá de la decisión del ladrillo visto y hueco por sus calidades constructivas, se respetó el concepto urbano tradicional del vecino Puerto Madero, con sus docks ladrilleros de vida centenaria.  

 

La Cámara Industrial de la Cerámica Roja (CICER), a través de su presidenta la Lic. Eugenia Ctibor, destaca que se está trabajando con el sistema constructivo de ladrillo hueco en otras múltiples urbanizaciones de vivienda social para IVC, como el Barrio Fraga en Chacarita y el Barrio 31 en Retiro. “Nuestra industria está preparada para proveer en gran magnitud a los planes habitacionales, con provisión y mano de obra calificada en todo el país, al ritmo de 50.000 viviendas por mes. Además, el sistema constructivo con ladrillo hueco impulsa las economías regionales empleando mano de obra local y bien capacitada. Al favorecer la autoconstrucción o la ampliación en etapas, impulsa la vivienda social, siendo el único sistema que puede brindar la capacidad productiva suficiente para satisfacer el déficit de tres millones de viviendas que tiene actualmente el país”- concluye Eugenia Ctibor. Más info: www.evolucionladrillo.com

ACERCA DE CICER

La Cámara Industrial de Cerámica Roja –CICER- reúne a 17 fabricantes de ladrillos huecos, todos ellos con empresas de capital nacional, que están distribuidas en 24 plantas industriales en todo el país. Estas empresas han invertido más de 100 millones de dólares en los últimos cinco años para la adquisición de tecnología de punta incluyendo equipos robotizados y nuevos desarrollos de productos como los bloques termoeficientes. www.evolucionladrillo.com