A casi 50 años de su creación, la city recupera un ícono de la arquitectura adelantado a su tiempo

La emblemática calle Florida luce, desde esta semana, distinta. Y es que volvió con todo su esplendor una obra arquitectónica que tuvo como protagonista una idea vanguardista que la hoy la historia reivindica y es tendencia en el mundo. Se trata de la casa matriz del Banco Ciudad, ubicada en la esquina de la peatonal y Sarmiento.
La «caja de cristal», como también se la conoce, rompió por aquel entonces con la tradición tipo «bunker» de la arquitectura bancaria, abriendo la operatoria diaria de la sucursal a la mirada del público, con transparencias, miradores internos entre los primeros niveles y hasta el siempre oculto tesoro a la vista de cualquiera que paseara por Florida. Luego, con el tiempo, el edificio fue perdiendo esa impronta original hasta ahora, cuando los mismos arquitectos se hicieron cargo de una remodelación que con los lineamientos del proyecto original acaba de ser reinaugurado.
El Ciudad es la institución crediticia estatal porteña y se encuentra entre los diez primeros bancos del país. Por eso, la presentación de la puesta en valor de la sede central convocó a las más importantes autoridades políticas de Buenos Aires, como el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, su vice Diego Santilli, y el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, entre otros.
La jornada de apertura, que coincidió con el 166 aniversario de la muerte del General San Martín, arrancó bien temprano con la presencia de la Banda del Regimiento de Patricios, que esta vez -a diferencia de 1968- tocaron sobre la peatonal Florida. Justo Solsona, uno de los arquitectos del proyecto, recuerda que «en la primera inauguración los hicieron tocar dentro de la caja de cristal, y todos temiamos que la estridencia de la música hiciese estallar los cristales de la obra recién colocados. Felizmente pasó la prueba».
Fueron invitados a recorrer las flamantes instalaciones 100 alumnos de escuelas porteñas y asistieron a una representación de la epopeya del prócer nacional a cargo del Ballet Folklórico de Arte Argentino de San Isidro.
Por la tarde tuvo lugar el acto oficial con el que quedó reinaugurada la obra. El público se sorprendió de la nueva propuesta donde conviven una gran sucursal bancaria con distintos espacios donde se exhiben objetos artísticos e históricos pertenecientes al Ciudad, junto a otros que están a la venta u ofrecidos en subastas (vale recordar que la institución fue creada en 1878 con fines pignoraticios) para escuchar las palabras, en primer lugar, del presidente de la entidad Javier Ortiz Batalla, quien destacó que esta obra acompaña otros procesos de modernización y expansión que encaró la institución este año.

A casi 50 años de su creación, la city recupera un icono de la arquitectura.

«El proyecto rupturista de la Caja de Cristal, ya en los años 60 reflejaba la tendencia hacia la eliminación de las barreras arquitectónicas y hoy renace con todo su vigor apoyado en la tecnología que recién 50 años después alcanza a aquella visión vanguardista. Hoy aquel pensamiento se materializa con la transaccionalidad y las operaciones financieras y crediticias que se desarrollan a través de los medios electrónicos. Con su modernización, el Banco Ciudad acompaña los procesos de cambio en pos del desarrollo económico del País», detalló Ortiz Batalla.
También habló el ahora presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, quien había dado el impulso inicial a esta restauración en 2008, cuando le tocó dirigir la entidad. Modernidad y transparencia fueron las palabras que escogió para definir la arquitectura y los valores que promueve el banco.
Por último, se dirigió al público Horacio Rodríguez Larreta, quien señaló que el Banco Ciudad es uno de los primeros colocadores de créditos hipotecarios (el segundo, en rigor) y destacó el «carácter social y de servicio» al vecino que tiene la entidad.
Una obra moderna de 50 años
Entre los funcionarios porteños, empleados y autoridades del banco y público en general, también estuvieron presentes los arquitectos del estudio M|SG|S|S|S|, continuadores del original integrado por Flora Manteola, Javier Sanchez Gomez, Justo Solsona, Rafael Viñoly, e Ignacio Petchersky. Justo Solsona, uno de los socios fundadores, resaltó el valor arquitectónico del edificio indicando que se trata de una pieza que fue admirada por el mundo cuando se inauguró a fines de los 60 pero que no perdió actualidad 50 años después.
Como consecuencia de la remodelación y de las transparencias que ella generó, ahora los transeúntes de Florida se incorporan como antaño al paisaje del banco. Pero además se recuperó el subsuelo, hábitat de la vieja bóveda convertida hoy en una galería de arte, y se reabrió toda la planta, con lo cual vuelve a apreciarse en toda su magnitud la «caja de cristal», constituida por 64 mil ladrillos de vidrio color ámbar transiluminados con Leds que envuelven el subsuelo, la planta principal, el entrepiso y el primer piso del edificio.
Esa tendencia a eliminar barreras arquitectónicas y generar espacios de trabajo abiertos encuentra hoy un correlato más natural con el desarrollo de la tecnología que permite realizar todo tipo de operaciones financieras y crediticias a través de medios electrónicos. Sin embargo, fue anticipada desde el perfil arquitectónico por los hacedores de la casa matriz medio siglo atrás.
El concepto de transparencia también se vincula con el de sustentabilidad en la medida en que la obra optimiza el uso de la energía eléctrica, al permitir que la luz natural ingrese a través de las fachadas vidriadas e ilumine los espacios de trabajo.
Reinaugurada, la casa matriz del Banco Ciudad le devuelve a la calle Florida todo su esplendor y se sostiene bien arriba en el patrimonio arquitectónico de Buenos Aires.

Fuente: La Nación