La recogida selectiva de vidrio es la única que registra un ligero aumento, del 6,8 %

Un reciente informe de la asociación Ecoembes señalaba a Vigo como la ciudad de Galicia que mejor recicla y la que menos se equivoca al hacerlo: un 14,7 % de errores frente a la media gallega de equivocaciones, que ronda el 30 %. El estudio revelaba además que el 72 % de los vigueses afirmaban separar residuos en el contenedor amarillo y el 75 % en el contenedor azul. Pero aunque se hace mejor, se hace menos. Los trabajadores del sector constatan que los contenedores no se llenan como antes y los datos sobre la evolución de la recogida de los elementos que se depositan en los contenedores de reciclaje en Vigo, lo confirman.

Así, las cifras de recogida en los contenedores azules para papel y cartón, suman en el último año, el 2015, un total de 2.905 toneladas respecto a las 3.045 del año anterior. es decir, un 4,6 % menos.

Las cifras relacionadas con la colaboración ciudadana con el depósito de residuos aptos para ser reciclados confirma una tendencia que se refleja en las estadísticas desde el 2011. Como ejemplo del desplome, en solo los primeros seis meses del 2011 se recogieron 3.600 toneladas de papel y cartón en los contenedores azules distribuidos por Vigo.

En cuanto a los contenedores amarillos para envases de plástico, el dato en el 2015 es de 2.362 toneladas cuando en el 2014 fue de 2.494 toneladas, por lo que el porcentaje es un 5,2 % inferior. Sin embargo, la recogida de vidrio experimenta una discreta subida, de 2.882 toneladas en el 2014 pasa a las 3.079 del último ejercicio. También aumenta, aunque de manera casi imperceptible, la recogida de pilas: de 24,2 a 24,8 toneladas.

Ecovidrio es la entidad que se ocupa en Vigo del reciclado de vidrio, donde tiene instalados 628 iglús verdes que se renovaron hace tres años. La concesionaria, la UTE Vigo Recicla, integrada por FCC y Contenur, realizó el cambio debido a que con los anteriores recipientes el vaciado era más problemático, ya que para retirarlos era necesario levantarlos con una grúa y la operación era más complicada. Los nuevos se descargan con el mismo sistema que los de la basura ordinaria, con camiones con brazos hidráulicos que efectúan la carga lateral. Aunque estos recipientes tienen bocas más anchas por las que caben hasta bolsas de basura orgánica que a veces los ciudadanos menos concienciados tiran con el material reutilizable, desde Ecovidrio señalan que «en general la gente lo hace muy bien y solo registramos un 2 % de impropios. Entre ellos, los que se les caen por descuido». En esta lista, las llaves de casa están en el puesto número uno. Al año recogen cientos de ellas.

Gracias a la colaboración entre Ecovidrio y el Concello, el año pasado se pusieron en marcha iniciativas, sobre todo en la hostelería, que dieron muy buenos resultados durante la Festa da Reconquista. Este año, la hostelería asentada en el Casco Vello vuelve a ser el objetivo de una nueva experiencia: el servicio de recogida de vidrio en un centenar de locales dos veces por semana.

En Galicia se reciclaron una media de 14,6 kilos por habitante. Por provincias, A Coruña fue la que más recicló con una media de 15,9 kilos, por encima de Pontevedra con 14,4 por habitante.

El descenso del consumo explica la bajada
Las razones de el descenso parecen estar más relacionadas con los efectos de la crisis a largo plazo que con la renuncia de los vigueses a colaborar contra la degradación del medio ambiente. «Los residuos en general están ligados al consumo, cuanto mas se consume más cantidad de desperdicios se generan. Con la crisis, el consumo fue decreciendo, por lo cual la cantidad de cartón, papel y plástico que se consume fue disminuyendo: se fabrican menos piezas para vender, se hacen menos embalajes para transportar dichas piezas…», explica Hugo Vila desde la empresa especializada en gestión de residuos Reciclajes Avi, de Mos. «Por otra parte, el papel y el plástico, aunque sean materiales reciclables, no dejan de ser un residuo, por lo cual, deshacerse de ellos para las empresas tiene un coste y en época de crisis se intentan reducir esos costes», añade.

Antón Lois, de la oenegé Amigos de la Tierra, está de acuerdo con su visión, pero agrega una más: «Hay una tendencia preocupante a pensar ¿para qué me paso yo este trabajo de separar las cosas si total luego lo juntan todo (eso, en general, ya no es cierto) y me cobran lo mismo, o más por el recibo de la basura?. El ecologista apunta que «hay que dejar de poner parches y ejecutar una campaña de educación y sensibilización para reducir los residuos que generamos. Pero, claro, la empresas de reciclaje viven de la cantidad de residuos que procesan», reflexiona.

Fuente: La Voz de Galicia