De fotografías, viajes e historias de vida
por Verónica Meo Laos
veronica.meolaos@gmail.com
Revista Hábitat: Daniel, ¿cómo te definís?
Daniel Remondegui: Hola Verónica buenas tardes, muchas gracias por esta oportunidad. Mirá yo soy un fotógrafo aficionado al que le gusta la interpretación del medio ambiente y su relación con el ser humano, fundamentalmente, los paisajes de montaña. He visto también paisajes urbanos sí. Bueno, yo resido en Capital Federal, muy lejos de las montañas. Entonces no tengo oportunidad de viajar frecuentemente a las montañas. Mientras tanto adhiero a la fotografía callejera que es una forma de retratar el día a día y documentar lo que pasa este momento que me toca vivir.
- H.: ¿Por qué ese amor por las montañas?
- R.: Bueno, creo que debe tener varias aristas, una deportiva y otra filosófica porque ya no es un deporte, sino una filosofía de vida. También tiene que ver con mis orígenes. Yo soy hijo de vasco. Mi papá se había criado en la montaña, en los Pirineos y, bueno, siempre nos hablaba, era como que nos transmitió a mi hermano y a mí esa fascinación por caminar por la montaña y todo eso. Todos los beneficios que trae.
- H.: ¿Caminás por la montaña?
- R.: Sí, sí, sí me gusta, me gusta mucho, me gusta el trekking. Me genera mucha energía el poder caminar por la montaña y me despeja, me permite repensar ciertas cosas. La verdad que es una muy linda actividad.
- H.: ¿Qué anécdota recordás de alguna de las fotografías que tomaste en la montaña?
- R.: Bueno, viste me parece petulante de mi parte considerarme artista. Soy un artista en formación y, bueno, como siempre cada una tiene una particularidad y, por ahí, las que más me motivan son las que he hecho sobre el Aconcagua. También, las fotografías que tomé en Plaza de Mulas porque en paralelo yo soy ingeniero, trabajo en telecomunicacionespara para brindar servicios de comunicaciones a todas las personas que iban en Plaza de Mulas. Mi trabajo me permitió compatibilizar esa situación de poder ayudar a la gente a través de la comunicación y, al mismo tiempo, retratar también la fotografía.
- H.: ¿Qué encontraste en ese lugar para quienes no lo conocemos?
- R.: Lo primero es gente distinta, gente que uno no está acostumbrado a frecuentar y que cada uno tiene su historia de vida. Y que a todas las personas las impulsan diferentes situaciones para acercarse a la montaña. Son todas personas en la búsqueda de algo, algunas lo tienen muy claro y otras, no tanto. Compartir historias de vida, me parece muy fascinante y las imágenes pueden captar todas esas historias.
- H.: ¿Captar con la lente el instante es el desafío para un fotógrafo?
- R.: Bueno, ése es el gran desafío. Durante mucho tiempo yo viví frustrado porque cuando sacaba las fotos y volvía a Buenos Aires creía que las fotos no reflejaban lo que yo estuve viviendo. Hasta que conocí un fotógrafo, ya fallecido, que se llama Ansel Adams que fue un gran documentalista de paisajes en Estados Unidos y que creó un método. A partir de ahí me empecé a interiorizar, me capacité y pude empezar a reflejar todo esa bagaje de emociones, que uno siente cuando está en la montaña. La verdad que fue un salto cualitativo en el tipo de imágenes que pude lograr.
- H.: ¿Qué creés más importante para obtener una buena fotografía, la intuición o el conocimiento?
- R.: Los fotógrafos decimos que más que el ojo es más importante la mirada. Y la mirada está hecha de los libros que leímos, las personas que conocimos y las experiencias que tuvimos. Entonces el fotógrafo, a través de su mirada, refleja todo su bagaje de emociones y sentimientos.
- H.: ¿Qué es lo que has encontrado en la ciudad?
- R.: Las cosas ordinarias, comunes. A partir de la mirada poder encontrar lo extraordinario en las cuestiones ordinarias es un gran gran deseo, ¿no? Que lleva tiempo y dedicación pero es muy lindo encontrar cuestiones extraordinarias en situaciones cotidianas.
- H.: ¿Cómo cuáles?
- R.: Bueno, yo soy papá papá de Caterina y de Iñaki y con los dos tengo una relación encantadora. Iñaki es discapacitado, tiene autismo y es en cosas cotidianas donde he podido reflejarlo en la ciudad que me han emocionado. Porque he encontrado algún tipo de expresión distinta de lo común.
- H.: ¿Entonces podemos pensar a tu fotografía como un diario de viaje?
- R.: Sí sí sí, totalmente sí (se entusiasma). Yo creo que cada ser humano tiene una historia de vida. Desde la fotografía estoy intentando retratar ese viaje y, a través de él, mi propia historia.
- H.: Entonces, para cerrar, ¿podemos definirte como “Daniel Remondegui, artista y fotógrafo”?
- R.: “Artista fotógrafo”, me gustaría que me definieran así. Es la primera vez que me lo dicen pero siento que estoy en proceso de formación todavía.
Para conocer sus fotografías, visitá su Instagram: @daniel.remondegui
