La sede corporativa del Banco Macro es una mezcla de la creatividad y elegancia de arquitecto tucumano que quedará para siempre en la Ciudad.

Torre. La planta tiene la forma de un trapecio con los ángulos redondeados. Desde el aire se percibe mejor el “pinch”, una especie de pellizco que aporta distinción a la obra.

El proceso creativo de la Torre Macro, en Catalinas Norte, no fue distinto al que realiza comúnmente el estudio Pelli Clarke Pelli Architects, a instancias del propio arquitecto argentino. Ahora se la ve erguida sobre Avenida Madero, con su forma ahuesada, su curva en el remate y un “pellizco” (pinch) a los lados; pero antes de esta imagen hubo muchas otras. Un poco por la búsqueda de algo original y otro poco por el desafío que representaba un lote de 5 lados, el más angosto sobre Avenida Madero.

Axel Zemborain, socio del estudio, recuerda: “Nos parecía un desafío muy grande con el plus de que teníamos que diseñar al lado del BankBoston, el que habíamos hecho varios años antes. César estaba fascinado. En definitiva, pensamos que éramos los más indicados para hacer algo que no opacara ni compitiera, algo armonioso con BankBoston y con el resto de Catalinas”.

Hermanadas. La Torre Macro se ubica próxima a otra obra del estudio de Pelli, el BankBoston. El objetivo fue no rivalizar ni opacarlo sino, por el contrario, armonizar con él. (Foto Gonzalo Suárez Aboy).

Hermanadas. La Torre Macro se ubica próxima a otra obra del estudio de Pelli, el BankBoston. El objetivo fue no rivalizar ni opacarlo sino, por el contrario, armonizar con él. (Foto Gonzalo Suárez Aboy).

El Macro tenía la necesidad de concentrar a su personal, que hasta la construcción de la nueva torre trabajaba en cuatro edificios centrales. “Realmente, querían estar todos en un mismo edificio por un tema de logística, pero también para tener un lugar que representara verdaderamente al banco”, explica Milagros Brito, presidente de Vizora Desarrollos Inmobiliarios. La tarea de su compañía fue encontrar el estudio adecuado para el proyecto y asegurarse de que el programa de necesidades fuera correctamente interpretado.

La sonrisa. En el acceso, una estructura de doble curvatura y forma alabeada tomó el nombre que le dieron empleados y proveedores. (Foto Tomás Varela)

La sonrisa. En el acceso, una estructura de doble curvatura y forma alabeada tomó el nombre que le dieron empleados y proveedores. (Foto Tomás Varela)

Zemborain cuenta que, al ser Catalinas una grilla a 45° con respecto a la ciudad, cuando se planteaban el diseño les quedaba un edificio bastante apretado, muy cercano a los edificios de alrededor, aun respetando la distancia reglamentaria. “Si maximizábamos el área de la planta nos daba un edificio bastante retacón. Por otro lado, no teníamos exactamente las mismas restricciones que los otros terrenos; cuando hicimos el Boston nos tuvimos que ceñir mucho más a la trama de Catalinas”. Con su complejidad, el terreno de forma pentagonal deformada les permitió a los arquitectos jugar con la ubicación de la torre. “Empezamos a probar ideas, hicimos más de 50 maquetas en un proceso muy concienzudo para ver la mejor forma y orientación; y probamos muchas alternativas muy distintas. Ese es el proceso de diseño que César creó para la oficina”.

Junto con Susana La Porta Drago y colaboradores, Zemborain diseñó una serie de variantes que revisaron con Pelli. En ese proceso surgió la idea de girar la torre, una solución que beneficiaba a la obra, a los edificios vecinos e incluso a la ciudad. Esto hizo que la torre tuviera un frente muy franco del lado de Alem. “Esa era nuestra idea, porque la vista desde la plaza San Martín, viniendo por Av. del Libertador, era fundamental para nosotros”, afirma Zemborain. Y agrega: “Girar nos permitía crear más aire con los vecinos y no interrumpir las vistas del Boston. Todos se beneficiaban. El tema era cómo hacer la transición de una grilla tan fuerte y hacer ‘la nuestra’. Ahí surgió la idea de hacer un giro amable y que no quedara como algo ajeno a Catalinas”.

Remate. Los arquitectos optaron por una forma curvada.

Remate. Los arquitectos optaron por una forma curvada.

La combinación de un lote irregular y la necesidad de darle un giro a la implantación dieron por resultado una forma que se puede leer de diferentes maneras. “Puede ser triangular… en realidad, el edificio es de planta ovalada pero, después, en los pisos de oficina, el lado que mira hacia la ciudad se aplana; entonces forma una planta trapezoidal con esquinas y lados curvos. Eso permitió adaptarnos a las condicionantes que teníamos alrededor”, sostiene Zemborain.

Ese fue el primer obstáculo sorteado, a partir del cual el estudio inició un intercambio con Vizora. Se discutía si el edificio debía terminar recto en caso de que hiciera falta un helipuerto. Con la negativa, se abrió lo posibilidad de jugar con el remate, lograr que se recortara contra el cielo de una manera especial.

Cubierta. De lejos, parece una superficie vidriada. En realidad está compuesta por tubos de aluminio que esconden las salas de máquinas y áreas de servicios.

Cubierta. De lejos, parece una superficie vidriada. En realidad está compuesta por tubos de aluminio que esconden las salas de máquinas y áreas de servicios.

Zemborain detalla: “Básicamente, si lo ves en corte, el remate es una línea curva que rebana la torre y produce un borde que tiene aspecto de cinta. Después, César empezó a explorar el tema del “pinch” en el remate, quería algo escultural y -típico de César-, lograr una idea formal nueva. Empezamos a probar dónde debía ir ese “pellizco”. Cuando llegó el momento de establecer de qué medida iba a ser el aplastamiento, se nos ocurrió que la forma más fácil de representarlo era con una maqueta de arcilla. Para eso, hicimos moldes del edificio con impresión 3D y le pusimos arcilla sin cocer adentro. Le mostramos la maqueta a César y probó con la mano. Le pareció muy divertido”.

El pinch. Se concretó con paneles de vidrio curvados en frío. (Foto Axel Zemborain).

El pinch. Se concretó con paneles de vidrio curvados en frío. (Foto Axel Zemborain).

Con el “pinch”, los vidrios reproducen un efecto facetado previsto por el estudio, que ya había trabajado con vidrios curvados en frío en proyectos internacionales, pero que en la Argentina era completamente innovador. El módulo de panel viene recto y, al colocarlo, se lo empuja y se lo deforma para generar una especie de alabeo. Brito admite que tenía sus dudas sobre el resultado final; mientras que Zemborain asegura: “Ya conocíamos los límites de la técnica y lo que se podía hacer o no. El tema era trasladar la maqueta de arcilla a la realidad y eso necesitó digitalización y ver cuánto se deformaba exactamente cada vidrio para ajustar esas curvas a algo que se pudiera construir”.

Los interiores

Si el exterior ofrece una imagen de solidez y vanguardia, los interiores refuerzan esta identidad con elegancia. “Necesitábamos agrandar un poco el edificio para tener un lobby con mayor presencia porque nos habían pedido que fuera impactante. Para esto, creamos una gran claraboya en forma de sonrisa (este nombre surgió después). La idea era seguir la misma línea, así que lo diseñamos pensando para que fuera muy contemporáneo, de avanzada pero, a la vez, acogedor”. Brito acota: “Queríamos que fuera un ambiente que te invitara a entrar. Se pensaba lo mismo para la flagship, que es una sucursal atípica en la que el banco muestra la experiencia de ser cliente. Se propuso un café que no fuese solo para los clientes del banco sino para cualquiera que quisiera conocer el edificio. Aunque no se pueda hacer una recorrida completa, que pueda vivir la experiencia de estar en un edificio diseñado por Pelli”.

Solado. De mármol blanco con perfiles que replican el particular perímetro del edificio. Por encima, la figura de la Sonrisa vista desde adentro. (Foto Axel Zemborain).

Solado. De mármol blanco con perfiles que replican el particular perímetro del edificio. Por encima, la figura de la Sonrisa vista desde adentro. (Foto Axel Zemborain).

La planta baja es un ambiente muy luminoso y tiene elementos que se relacionan con la envolvente. “El solado tiene un fondo de mármol blanco con acentos que replican el perímetro del edificio, girado. Lo tratamos con bandas de mármol gris hacia un lado y con unos flejes de acero inoxidable que toman una forma particular hacia el otro. Obviamente es un piso complejo pero que aporta mucho al edificio”, afirma el arquitecto.

Oficinas jerárquicas. Si bien buena parte del edificio se destinó a plantas flexibles y abiertas, se destinaron áreas para reuniones más privadas así como también para encuentros formales con personas ajenas a la empresa.

Oficinas jerárquicas. Si bien buena parte del edificio se destinó a plantas flexibles y abiertas, se destinaron áreas para reuniones más privadas así como también para encuentros formales con personas ajenas a la empresa.

El revestimiento del núcleo de vidrio y la escalera que da al foyer que lleva al auditorio en el primer subsuelo acompaña el lenguaje del edificio, así como las barandas curvas de vidrio transparente que también se replican en las barandas del balcón del entrepiso que da hacia el lobby.

Lobby. La forma elíptica se replica en varios elementos.

Lobby. La forma elíptica se replica en varios elementos.

Milagros y Constanza Brito, miembro del directorio del Banco Macro, viajaron a Europa para interiorizarse sobre las tendencias en espacios de trabajo. Estas ideas más las necesidades específicas del banco derivaron en espacios despejados, sillas confortables, escritorios amplios y amenities. La titular de Vizora detalla: “La premisa fue que todos los empleados tuvieran buenas vistas. El planteo fue bastante racional, que no hubiera espacios cerrados salvo para ciertas jerarquías. El banco aprovechó el cambio para reordenar y bajar línea sobre una nueva modalidad de trabajo, así como para incluir salas de conferencias para capacitaciones online”.

Auditorio. De líneas puras y con la última tecnología.

Auditorio. De líneas puras y con la última tecnología.

Entre los ambientes especiales se cuenta un salón de eventos de triple altura en el último nivel, el 27°, porque, como explica el arquitecto, “el remate del edificio merecía tener un espacio así y los clientes lo aceptaron”.

Sala para eventos. En el piso 27 y con triple altura, por sugerencia del estudio de arquitectura.

Sala para eventos. En el piso 27 y con triple altura, por sugerencia del estudio de arquitectura.

A pesar de que a simple vista la cubierta de ese espacio parece de vidrio, está recubierta de tubos de aluminio puestos de manera que, desde la calle, se vean como una superficie continua. La intención fue aprovechar el techo para ocultar las salas de máquina y las ventilaciones con un recurso estético que sumara al conjunto.

Café. En planta baja, el local es de acceso público.

Café. En planta baja, el local es de acceso público.

Para concluir, Brito afirma: “Para Vizora fue un desafío distinto, un proyecto absolutamente diferente a lo que estábamos acostumbrados. En primer término, porque fue creado y diseñado por el gran César Pelli. En segundo lugar, porque fuimos los coordinadores del proyecto en el que trabajaron equipos interdisciplinarios y así pudimos lograr que arquitectos, directores de obra, ingenieros, administrativos y empleados de Banco Macro se desempeñaran de manera sincronizada, alcanzando excelentes resultados. Respondimos a un cliente que tenía un programa de necesidades muy exigente, con tiempos de obra muy estrictos y que fueron cumplidos”.

 

Fuente: Clarín ARQ