Por Tito Gastaldi
Cuando nos referimos al “Cabildo de Buenos Aires” o, simplemente, al “Cabildo” a todos quienes ya tenemos unos cuántos años de vida, nos viene a la mente la imagen de ese edificio blanco de 2 plantas con arcadas, techo de tejas rojas y una torre central coronada por un cupulín con una veleta mirando hacia la Plaza de Mayo.
El CABILDO, la Institución española más destacada en las colonias americanas.
Tal es el Cabildo que conocemos en la actualidad, el que no siempre ha sido así. Por ello, vamos a realizar un breve recorrido por su historia.
El cabildo, al que también se lo llamó ayuntamiento o concejo (concillium) era el representante legal de la ciudad o villa, el órgano municipal por medio del cual los vecinos velaban por los problemas judiciales, administrativos, económicos y militares del municipio. Constituía la Institución gubernamental más importante de las colonias españolas en América.
Por ello, al fundarse una nueva ciudad, se destinaba un solar para el cabildo, donde se erigiría el edificio que albergaría al mismo. El edificio fue llamado también cabildo, al igual que la Institución que allí funcionaba.
El Cabildo de la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre fue establecido por Juan de Garay en 1580 al fundar la ciudad y funcionó como tal hasta el 25 de mayo de 1810; al establecerse el Primer Gobierno Patrio, se transformó en Junta de Gobierno hasta 1821, cuando es disuelto por el Gobernador Martín Rodríguez.
La Real Audiencia de Buenos Aires, el más alto tribunal de apelación en el territorio, cumplió sus funciones en ese lugar por un siglo y medio (desde 1661 a 1812). La primera Biblioteca Pública de Buenos Aires, creada por la Primera Junta de gobierno el 13 de septiembre de 1810, se instaló allí durante dos años. Pero la institución que funcionó por más tiempo en ese edificio fue la Cárcel de Buenos Aires, desde 1608 hasta 1877, cuando se transfirieron sus presos a la desaparecida Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras, Fue declarado monumento histórico nacional en 1933 y fue objeto de sucesivas alteraciones, fijándose su aspecto actual en 1940. Desde noviembre de 1939 el edificio funciona como museo. Hoy es el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo.
El edificio del Cabildo de Buenos Aires
La primera construcción de un edificio para el Cabildo de Buenos Aires dio comienzo en 1608 en el sitio que le había asignado el fundador de la ciudad.
En 2 años se concluyó la construcción, aunque poco después se le adicionaron algunos locales para alquilar. Sin embargo, como el edificio también era utilizado como cárcel y la cantidad de detenidos aumentaba constantemente, pronto resultó insuficiente, tanto que fue destinado únicamente para ese uso; las demás dependencias fueron trasladadas a otros edificios.
Debido a la falta de mantenimiento y cierta precariedad de construcción, en tan solo 20 años el Cabildo se encontraba en muy mal estado. Debido a ello se inicia la construcción de otro edificio, el que tarde 5 años en completarse. Sin embargo, ya en la últimas décadas del siglo XVII comenzaba a resultar demasiado pequeño. En consecuencia se propone construir uno nuevo, más amplio, pero no es hasta transcurrido el primer cuarto del siglo XVIII cuando el proyecto de los arquitectos jesuitas Giovanni Battista Primoli y Andrea Bianchi, finalmente se lleva a cabo.
El edificio que llegó a nuestros días
Andrea Bianchi fue quien diseñó la fachada. Era de origen lombardo y ello queda de manifiesto en algunos detalles como el arco albertiano (similar al arco triunfal romano) y las pilastras toscanas, utilizadas en “barroco lombardo”
La construcción se demoró varios años por diversas causas; entre ellas la partida de los arquitectos jesuitas a Córdoba, a fin de completar los trabajos de la Catedral de la ciudad mediterránea, y la escasez de fondos para el pago de los trabajos.
La torre se concluye en 1765 y luego se adicionan la Capilla y algunos calabozos. A fines de siglo se le realizan obras de mantenimiento y se agrega el balcón concejil.
En el último cuarto del siglo XIX el arq. Pedro Benoit modifica la torre, elevándola 10 metros y colocándole una cúpula azulejada. El tiempo demostró que no fue una decisión acertada ya que el sobrepeso, generó problemas estructurales.
Cuando el intendente Torcuato de Alvear da inicio a los planes de renovación de la ciudad y se comienza a construir la Av. de Mayo, resultó necesario demoler 3 arcos del lado derecho del Cabildo y, entonces, se aprovechó, asimismo, para demoler la torre. El edificio quedó entonces asimétrico por aproximadamente 40 años hasta 1931, cuando se demuelen 3 arcos del lado izquierdo debido a la apertura de la Diagonal Sur Av. Julio A. Roca.
Las intervenciones del siglo XX
En 1938 se creó la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, que al año siguiente se instala en el Cabildo como sede permanente. Esta comisión encomendó al arquitecto Mario Buschiazzo la restauración del edificio, quien se se basa en planos del proyecto de Benoit, logrando restaurar la Sala Capitular y dependencias de la planta alta. Para la restauración del resto del edificio se trataron de rescatar elementos originales; muchos de ellos estaban en el depósito municipal.
La reconstrucción de la fachada posterior presentaba un problema pues no se encontró documentación de la misma. La opción fue reconstruirla de manera similar a la delantera. La nueva torre se construyó en hormigón armado a fin de diferenciarla de las partes originales. El tamaño fue disminuido con respecto al original ya que al reducirse el tamaño del edificio hubiese resultado desproporcionada. Finalizada en 1940, constituyó la primera restauración de un Monumento Histórico Nacional en el país.
En 1960, sobre el fondo del patio trasero del Cabildo, fue diseñada la sede de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, el organismo nacional a cargo de la administración y mantenimiento de los museos y monumentos históricos de la Argentina, que estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo. La Comisión funcionó en esas dependencias desde entonces hasta el 2020 cuando fue trasladada al Palacio Casey sobre la Av. Alvear, sede del Ministerio de Cultura de la Nación.
Actualmente, el edificio del Cabildo está siendo intervenido nuevamente con un amplio plan de restauración a fin de devolverle su antiguo esplendor. Las tareas que se están llevando a cabo se describen a continuación. Para ello hemos contado con la inestimable colaboración del señoer Alejandro Dulcigno, gerente de la empesa INGEARC a cargo de las obras y su equipo de colaboradores, entre ellos, la Conservadora y Restauradora de obras de arte Griselda Rumacho quien nos ha facilitado el material gráfico y bibliográfico de esta nota.