Por: Arq. Diego Petrate

diegopetrate@icloud.com


La casa Pavese es una obra del arquitecto Dante Fiorenza ubicada en La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. El arquitecto Fiorenza es un nativo platense pero desarrolló su carrera en Lombardía, Italia. A poco de su regreso a Argentina, construye esta casa para un grupo de inversores. Habían comprado una propiedad en malas condiciones con el objeto de renovarla y ponerla nuevamente en uso. Eventualmente la propiedad demostró estar en un estado tan ruinoso que debieron demolerla y construir una nueva en su lugar.

A pesar de ser una nueva construcción, cuando uno la observa desde la calle, piensa estar ante un caso de reciclaje. Lo primero que llama la atención es un gran portón antiguo, una de esas puertas de dos hojas, bien altas, típicas de la arquitectura fundacional de la ciudad de La Plata y de tantas otras ciudades de la pampa gringa argentina. Fiorenza había rescatado esta puerta de un corralón de demoliciones con el objeto de utilizarla alguna vez.

 

De su experiencia Lombarda, Fiorenza nos aporta su respeto por el ambiente urbano, tan ausente en nuestra práctica profesional contemporánea. La casa Pavese es una casa moderna en su interior. En el exterior en cambio, la casa juega con la noción de tiempo. Es moderna por sus superficies sin adornos, austera y funcional. Está hecha con materiales contemporáneos y hasta de uso industrial, la malla desplegada en la ventana, el portón de chapa doblada, apenas articulado para resolver su resistencia estructural. Pero también encontramos el gran portón antiguo, que nos lleva al siglo XIX. La pequeña cornisa que corona la fachada, elegantemente encuentra que su altura y dimensiones coinciden con la de la casa vecina. Ambas se fusionan para hacernos creer por un momento que son una misma construcción de una misma época. Una pequeña ventana cuadrada perfora la fachada y la ilumina con la luz que nos trae de una terraza sobre los techos de la casa. Una ventana como las que vimos en las terrazas de los abuelos.

A medida que uno entra a la casa y avanza hacia el fondo del terreno, la casa se vuelve progresivamente más contemporánea en un gradiente continuo. Primero, un zaguán de entrada le hace honor al portón antiguo y su tiempo. Tiene la doble puerta como hemos de esperar en la tipología zaguán de fines del siglo XIX y principios del XX. Cuando pasamos esas dos juegos de puertas, entramos en un espacio definitivamente de nuestro tiempo. Allí, Fiorenza despliega una generosidad espacial no habitual en una casa contemporánea. La arquitectura es blanca, luminosa, abierta, se extiende cuanto más puede en el ancho del terreno para captar la naturaleza del patio y traerla al interior. Mucha luz entra por las ventanas, que son tan altas como se podrían construir. Cuando finalmente se llega al fondo del terreno, al jardín, y uno retorna para volver a ingresar a la casa, ahí vemos el muro rojo de la sala de estar que habíamos atravesado sin percatarnos de su color. Este color lo aleja visualmente de nosotros. Aumenta perceptivamente la profundidad, jugando con nuestros sentidos del espacio.

Esta casa es un buen ejemplo de la arquitectura de Fiorenza. Una arquitectura de un brutal sentido común donde ninguna oportunidad se desperdicia, y mejor aún, sin caer en artificialidades expresivas.  Es una arquitectura racional y poética al mismo tiempo, hecha de sutiles y  efectivos gestos.

Arq. Diego Petrate*

Creditos de la obra:

Estructuras: Ing. Carlos Jasale

Instalaciones eléctricas: Gustavo Pomato

Climatización: Laplataclima SrL


*Diego Petrate, nacido en La Plata en 1969, es un arquitecto con práctica profesional y académica en Argentina, Europa y Estados Unidos. Su trabajo incluye desde proyectos construidos, en arquitectura, diseño de muebles y gráfico hasta proyectos experimentales y de investigación en cuestiones relacionadas con los medios digitales y su relación al diseño y la fabricación automatizada y modular. 

Graduado en arquitectura por la Universidad Nacional de La Plata, ha trabajado en Europa, Estados Unidos y Sudamérica.  Entre 1999 y 2005 trabajó con Frank O. Gehry en el diseño de edificios, exhibiciones y concursos. Entre los que se destacan el Millenium Park en Chicago, la bodega Le Clos Jordan en Ontario, Gehry Tower y las oficinas centrales de US Interactive en New York, Walt Disney Concert Hall en Los Angeles y New World Symphony en Miami.

También ha sido profesor de diseño y fabricación digital en la Maestría de Arquitectura del Southern California Institute of Architecture (SciArc) entre el año 2003 y el 2006 y profesor visitante en las Universidades de Toronto, Utah, Nacional de Mar del Plata y Nacional de La Plata. Actualmente es docente de las facultades de arquitectura de las universidades Torcuato Di Tella, y Nacional de La Plata. 

Anteriormente, estudio arquitectura en la escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata, fue estudiante invitado de Enric Miralles y Peter Cook en la clase de graduados de la StaedelSchule Frankfurt y  en 1999 recibió la Maestría en Arquitectura de UCLA con Gregg Lynn como director de tesis. Fue galardonado con las becas Fulbright y de investigación de la Oficina Austriaca de Intercambio Académico y del Ministerio de Educación Argentino.