El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad está llevando adelante la conservación de la cúpula, cubierta y fachadas (sin basamento y marquesina) del edificio.

 

Se realizó el relevamiento de las superficies, detección de patologías y desajustes; se le hará un tratamiento a las superficies, ornamentación, mansardas, cúpula y remates; y se llevará adelante la recuperación de elementos ornamentales, carpinterías, vidrios.

 

Estas tareas implicaron el relevamiento en detalle de los diferentes componentes de la cúpula, cubiertas y fachadas, su estado, patologías y cualidades.

 

Se realizó la identificación de cerramiento murario, composición y revestimientos; carpinterías, materialidad de marcos y hojas, vidrios, herrajes; herrería, puertas, barandas, rejas; ornamentación, luminarias, aleros, ménsulas y demás elementos adheridos a la fachada; pinturas/policromías aplicadas; solados de balcones y revestimientos de salientes.

 

Se relevó la materialidad de terminación, accesibilidad, salientes, componentes de la cúpula y estado de su estructura, policromías aplicadas de diverso origen, revestimientos cerámicos de cubierta; detección de instalaciones en cubierta y fachada, tipo y estado; relevamiento del estado de mecanismos adosados a fachada, estado y materialidad.

A su vez se trabajó sobre un relevamiento e informe estructural con documentación plan altimétrico de existencia, desajustes y deterioros, patologías generales y pruebas de limpieza generales y particulares, cateos, análisis de componentes en laboratorio.

 

A partir de este estado de situación, se prepararon los pliegos de intervención para la conservación de la cúpula, las fachadas y cubiertas del edificio.

 

Historia Confitería Del Molino

 

Su dueño, el visionario italiano Cayetano Brenna (que la abrió en 1917), atendía personalmente las mesas vestido con levita.

 

Dos reposteros italianos, Constantino Rossi y Cayetano Brenna, compraron en 1904 la esquina de Callao y Rivadavia.

Siete años después adquirieron las casas vecinas de Callao 32 y Rivadavia 1815. Fueron dos visionarios: mientras en Europa amenazaba el fantasma de la Primera Guerra Mundial, ellos levantaban uno de los edificios más altos de la ciudad, de 5000 m2.

Le pusieron Del Molino, porque enfrente, en la Plaza del Congreso, funcionaba el primer molino harinero de Buenos Aires, el llamado molino a vapor de Lorea.

Hasta el último material fue traído de Italia. Y le encargaron la obra al más famoso arquitecto de entonces: FrancesoGianotti, italiano (autor, también, de la Galería Güemes, en la calle Florida).

En 1930, durante el golpe de Estado que derrocó a Hipólito Irigoyen, la confitería fue incendiada. La reconstruyeron un año después. La muerte en 1938 de Cayetano Brenna marcó el final de la Belle Époque. Pasó por distintas manos, hasta que sucumbió a la quiebra.

Un interior vestido de las más exclusivas artesanías italianas, una gastronomía exquisita, única, artesanal, que extendía sus fanáticos a todo el país. Frente al Congreso (y sin el anexo que nació mucho después) era el ámbito de discusión política, de polémicas económicas, de reuniones de intelectuales, poetas, escritores, grandes artistas nacionales e internacionales, de encuentros amorosos.

 

Declarada Monumento Histórico Nacional en 1997, Patrimonio Histórico del Art Nouveau y la vanguardia de la Belle Époque por la UNESCO en el año 2000, integrar el área de preservación histórica no la salvó de la decadencia, el abandono y la muerte.

 

El 23 de febrero de 1997 cerró definitivamente sus puertas. Pasaron casi 21 años. Adentro quedaron otros fantasmas entrañables: Lisandro de la Torre, Libertad Lamarque, Niní Marshall, Marcelo T. de Alvear, Agustín P. Justo, Juan Domingo Perón, la infanta Isabel de Borbón y el Príncipe de Gales.

Ahora, nuevos vientos soplarán en el edificio de la confitería Del Molino. Después de la expropiación en 2014, pasó a ser propiedad del Congreso Nacional. Según se publicó en el Boletín Oficial, luego de la reparación y puesta en valor, allí funcionarán una confitería, un museo y un centro cultural.

  •     Carlos Gardel, uno de sus más fieles clientes, le encargó al dueño una torta en homenaje a su amigo Irineo Leguisamo. Así nació el famosísimo postre Leguisamo, una mezcla tremenda de hojaldre, merengue, marrón glacé y crema imperial con almendras.
  •     En 1917, cuando en Rusia depusieron a los Romanoff, el dueño lo celebró creando el popular postre Imperial ruso (conocido en Europa como «el postre argentino») que venía con una advertencia: «Córtelo con un cuchillo caliente para que no se desmorone».

●      En 1996 (un año antes de que la cerraran), Madonna -en un día libre de la filmación de Evita- grabó el video «Lovedon´tlivehereanymore

 

 

Ministerio de ambiente y espacio público