Columna de opinión sobre “decir lo indecible en los museos”, por Luis Repetto Málaga, presidente de ICOM Perú

Desde 1977, el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) celebra el Día Internacional de los Museos los 18 de mayo. Cada año se determina un tema, y este es compartido por los más de 160 países adscritos a esta organización no gubernamental dependiente de la Unesco, que empezó a trabajar en 1946 —después de la Segunda Guerra Mundial— ante las atrocidades cometidas contra el patrimonio cultural de las naciones involucradas.

La representación peruana del ICOM se creó en mayo de 1987, hace treinta años, para encargarse, entre otras actividades, de coordinar con ministerios, gobiernos regionales, municipalidades y sociedad civil la realización de diversas actividades que puedan impulsar el museo como espacio cultural y de empatía con la población.

 El tema asignado para el 2017 —“Historias controvertidas: decir lo indecible en los museos”— está vinculado a los desaparecidos, a los genocidios, como los casos de la era del caucho, o la guerra entre 1980 y 2000 que sufrimos los peruanos. Historias controvertidas que serán recordadas en más de 142 lugares relacionados con el tema en todo el Perú, entre ellos el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM); el Museo de la Memoria de Ayacucho–Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú ; el Museo de la Memoria en Huancavelica (Biblioteca Municipal); el monumento El Ojo que Llora, en el Campo de Marte; la exposición Yuyanapaq (Para recordar) en el Museo de la Nación; el Yalpana Wasi (Lugar de la Memoria) en Huancayo; o el museo itinerante Arte por la Memoria, entre otros.

Se trata de visibilizar aquellos hechos que muchas veces nos negamos a ver, asumir y asimilar como parte de nuestro desarrollo histórico.  El objetivo es recordar para que nunca más nos vuelva a suceder y lleguemos a la paz y la reconciliación tan ansiada.

Fuente: El Comercio